domingo, 13 de febrero de 2011

MUJERES QUE NUNCA HA EXPERIMENTADO UN ORGASMO

Una visión psicoanalítica


“Mija ten mucho cuidado con los hombres, cuando salgas con tu novio o con tu amigo debes procurar no permitir que te toquen”. Puesto que todos los hombres lo que quieren es acostarse y tener sexo y nada más….Despues te dejan y ya no quieren seguir la relación contigo.
“Las mujeres deben permanecer en su casa y no salir, no estar brincoteando ” después nadie las quiere como esposas.
En el salón de Belleza, una amiga le dice a la otra: “Tú estás loca… como te dejaste tocar el clítoris por un hombre, eso es lo mas virginal y sagrado que tiene una mujer”
En otro lugar un sacerdote dice a sus feligreses: “Las mujeres que practican el sexo antes de casarse están condenadas de por vida al sufrimiento y estarán yéndose por el camino del mal”.

Estas son algunas de las MUCHAS expresiones que la cultura tiene para la mujer en relación a su sexualidad, aun en la actualidad. Incluyendo la religión, los padres y los abuelos quienes son más radicales y severos.

EL TABU

En nuestra cultura existen infinidad de tabúes que reprimen la iniciativa y la libertad. La mayoría de los tabúes no tienen justificación que tengan una lógica. Son pautas aprendidas que se transmiten de generación en generación de forma automática. Muchos tabúes desaparecen por inconsistentes pero surgen otros tabúes nuevos, muchos de los cuales carecen de sentido. Los niños nacen sanos, espontáneos y temerarios, pero los "padres" los reprimen con toda clase tabúes: ¡Cuidado! ¡Qué dirán! ¡Tienes que ser el mejor! ¡No puedes equivocarte¡ Todo con el fin de que se "adapten" a las normas sociales; en vez de estimularles al desarrollo y a la libertad.

Veremos ahora como el tabú sigue el juego social de nuestros ancestros. El tabu es una forma de control psicológico, social, y moral para establecer unas normas y unas leyes, que aun cuando no estén escritas, son unas leyes implícitas en toda organización social, política, religiosa y familiar.

En épocas anteriores el tabú evitaba el incesto. Esta prohibición era natural y la observan en forma instintiva los animales superiores; tiene como objetivo evitar la endogamia y con ello, la degeneración de las especies. A este tabú le siguieron otras prohibiciones, con el fin de controlar las conductas instintivas a través del temor. De esta forma surgieron infinidad de tabúes. Es por esto que podemos afirmar que el tabú y el temor son las formas más primitivas de control.


Es tan solo hasta los años 1900 en adelante y aun hoy en pleno siglo XXI, donde la tecnología y los avances científicos han deslumbrado a la humanidad, que surge un hombre que se atreve a desafiar a la sociedad y a la religión, elaborando sus teorías sexuales que son manifiestas en las conductas individuales y sociales de hombres y mujeres; estas son las enseñanzas del padre del psicoanálisis, que con gran capacidad deductiva y analítica, logra establecer unos recursos para enseñar sobre la sexualidad y la conformación de las leyes y las normas.

Nos referimos a Sigmund Freud en su obra de Tótem y Tabú, en donde las diversas sociedades humanas se habrían iniciado en una horda primitiva o tribu que era gobernada por un macho, que era a su vez el jefe y padre de la misma con características totalitarias y despóticas, el cual era el dueño de todas las mujeres y además gobernaba a todos los demás hombres.

Los hijos de este jefe patriarcal poseían sentimientos ambivalentes hacia el mismo en diferentes períodos de su relación filial, sintiendo odio y amor. De esta forma cuando el instinto sexual en los machos jóvenes de la tribu y el deseo hacia las mujeres de las cuales el dueño era su propio padre, éstos, cuando sus impulsos hostiles coincidían con los sexuales mataban al padre.

Al producirse esto, y luego de apagados los impulsos hostiles contra el padre ya muerto, los impulsos cariñosos aparecían y nacía el sentimiento de culpa. De esta forma nació también el tótem que representaba al padre genético de la horda. El tótem era temido y odiado.

Los tabúes fundamentales se establecen en la necesidad de reprimir los impulsos hostiles e incestuosos que coinciden con la represión de los mismos impulsos en la neurosis contemporánea. Para vivir en sociedad, tanto en los pueblos primitivos como actualmente, es preciso reprimir estos impulsos. Freud afirma que los hombres están condicionados por una herencia ancestral que puede explicar las neurosis y manifestaciones sociales actuales.

Aun se conserva esa herencia ancestral de la represión en nuestra sexualidad, por lo que tenemos como resultado una sexualidad insatisfecha.
Los graves problemas sociales en cuanto a la sexualidad desviada, provienen generalmente de las represiones y de los tabús. Adicional a la represión, a la mujer no se le permitía hablar acerca de su satisfacción o insatisfacción sexual con su pareja, o con su esposo. Los problemas sexuales de la mujer eran producto o resultado de las insatisfacciones de los hombres.

ES IMPORTANTE EL ORGASMO?

Aunque esta pregunta parece claramente afirmativa, en algunos casos se ha escrito que la mujer no necesita orgasmos, o al menos no igual que los hombres. La buena sexualidad se expresa con amor, relajación, y dejarse ir, además del puro placer corporal. Es en la iglesia que dicen que las mujeres deben complacer y aliviar a los maridos, “dejando de perseguir quimeras” cuando toca el turno a la satisfacción plena de la mujer.

Existe una presión social sobre la mujer en lo relativo a aquellas que tienen orgasmos. Se las considera como “verdaderas mujeres”, aquellas que alcanzan un climax y lo llevan hasta su culminación. Algunas mujeres pueden disfrutar de una relación sexual sin orgasmo, pero psicológicamente se sienten fracasadas, cuando no lo alcanzan o cuando todo no funciona bien.
Muchas mujeres consideran que el orgasmo propio es más una cuestión de brindarle satisfacción al deseo de su compañero, que a su propia necesidad. Algunas mujeres consideran que el orgasmo es más importante para el esposo que para ellas mismas.

Suena interesante saber que existen mujeres que sienten la necesidad de fingir el orgasmo, pues su único fin es competir con otras mujeres. “Quisiera no hacerlo, todo empezó cuando me sentí presionada por mi anterior pareja, que me presionaba de no poder llegar al climax, lo que hacia desarrollar un sentimiento de incompetencia en el, al considerarlo como que no fuera un “verdadero hombre”.

Muchas mujeres complacen a sus hombres haciéndolos sentir como “sus héroes en la cama”, muy a su pesar personal, pues aun cuando estas mujeres tienen el mismo derecho a sentir el placer del orgasmo durante la relación sexual, como parte del curso normal de una relación bien ajustada emocionalmente, ellas lo disfrutan cediendo ese goce por el de sus parejas.

Estas mujeres estarán por supuesto profundamente impactadas por un sistema de valores arcaico, precisado desde su infancia, y heredado de sus progenitores, cuya capacidad y comprensión sobre la felicidad sexual, no admite el goce ni el disfrute de la mujer para alcanzar un orgasmo como el del hombre. Esto aun permea y se evidencia en la realidad de la mujer puertorriqueña, colombiana y de gran cantidad de países de origen español.

Suele suceder también que una mujer quien ha logrado educarse y conocer acerca de los placeres de su cuerpo, para llegar a alcanzar la plenitud del orgasmo, son tachadas de mujeres alegres, puesto que la simbología sexual del orgasmo ha llegado a acaparar ideas sinónimas como “sensualidad”, “ardiente”, “apasionada”, etc.

La idea principal de una relación sexual en la pareja, es la de buscar una intimidad, en la cual se busca liberar un excedente de energía, que funciona como alimentador de las emociones y como semilla para abonar el amor y la unidad entre dos seres que se aman. El orgasmo si bien es importante en la mujer, muchas de ellas lo que buscan en una relación sexual, es la ternura, el afecto y la protección de un hombre.

Si el tabú aun se mantiene en nuestra sociedad moderna, en la psiquis de la mujer, es porque todavía tenemos hombres, iglesias, y organizaciones que luchan por REPRIMIR las emociones y los sentimientos de una sexualidad plena y llena de satisfacciones donde el orgasmo de la mujer también juega un rol de liberación como lo es en el hombre.

“El orgasmo abre el camino que me lleva a mi realización completa como mujer” , “cuando tengo un orgasmo me siento y me manifiesto abiertamente como mujer” . Cuando mi esposo me dice que estuvo excelente la actuación como mujer, ya no me preocupa sentir o no sentir un orgasmo”.

Estamos ante una tentativa masculina de determinación del placer en la mujer, lo que hace obsersionar a muchas mujeres sobre su propia identidad como mujer y sobre su propio rol en la satisfacción de su compañero. Hoy en plena modernidad tecnológica se da mucha importancia al orgasmo, que un hombre o una mujer se sentirían bien extraños si no los tienen.

Continuará.

Reciban un cordial saludo y es nuestro deseo que mejoren la relaciones en la comunicación.
PABLO

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